La energía del Aikido

El plano espiritual, el autoconocimiento, así como el entrenamiento físico, son los principios básicos del Aikido un arte marcial japonés.

Fue la Fundación Aikikai la encargada tanto de desarrollar como de hacer popular esta disciplina alrededor del mundo.

Creado hace más de cincuenta años por Morihei Ueshiba es un arte marcial que sigue ganando seguidores por su singular filosofía.

La ética estricta y el respeto hacia la vida hacen del Aikido una disciplina con una cualidad de excepción, teniendo la compasión como parte fundamental de este arte.

Doshu Moriteru Ueshiba

[box type=”info”] El Aikido ofrece todos los conocimientos necesarios para poder neutralizar situaciones conflictivas ya que su objetivo no es el derrotar al oponente sino inmovilizarlo.[/box]

Para lograr este objetivo se utiliza una gran energía que proviene del mismo universo.

Cuando alguien ataca, se debe aprovechar tanto la gravedad como la inercia y la energía centrífuga, utilizando la fuerza del otro para realizar la defensa. De alguna forma esto significa unirse a la intención del atacante.

El aikido se compone de dos técnicas: una de ellas son las inmovilizaciones y la otra las proyecciones, siendo el objetivo principal de ambas evitar el daño.

Las técnicas del Aikido son altamente nocivas, pero esta es una disciplina que no tiene como objetivo dañar a otra persona, sino muy por el contrario, su finalidad es la de controlar la violencia del adversario sin ocasionar dolor.

Se utilizan tres tipos de armas y través de ellas se aprenden principios como la postura, marcialidad y disciplina, permitiendo con esto elementos aprender a defenderse.

El bokken o espada de madera, el jo o bastón y el tanto o cuchillo, son las armas utilizadas en el Aikido.

La ventaja de la práctica de Aikido es que la demanda física en el comienzo del aprendizaje es de un grado bajo, no siendo necesario tener un físico privilegiado.

Ya en la práctica avanzada si es necesario profundizar en los aspectos físicos como también en los técnicos y de autoconciencia.

Además del aspecto físico, el Aikido implanta diversos principios elementales para mejorar la esencia humana, como el esfuerzo, la compasión, la auto-observación y la tenacidad.